sábado, 7 de marzo de 2009

Armañon ( Trucíos )


El Armañón es el punto más elevado del macizo que se conoce indistintamente como de Trucíos o de Los Jorrios, y máxima cima a su vez de la travesía entre el Alto de La Escrita y el valle de Guriezo, con paso por el laberinto calizo de Los Jorrios y Pico Redondo, el embalse y los dólmenes de El Juncal y Angostina o Trebuesto, en uno de los parajes más preciosos de Cantabria.Una vez en el Alto de La Escrita, donde hay posibilidad de aparcar el coche en un amplio rellano (izquierda), iniciamos la marcha por terreno despejado.



La pista es ancha y gana altura sin dificultad hasta enlazar con el camino al Armañón (20'), que divisa enfrente. Ya con más pendiente, pasamos junto a unas cabañas deshabitadas y tras atravesar un pinar, llegamos hasta una barrera (45') en medio de los pastizales. La silueta inconfundible del Armañón aparece frente a nosotros. Es un tramo herboso y muy venteado. Poco después alcanzamos el collado (55'). Estamos en un cruce. Una pista de grava desciende hacia Concha (izquierda) y otra sube por la derecha. Es la nuestra. Recorre la ladera sur del Armañón, pasa junto al resto de un hayal (1h.05') y, siempre por la misma pista, nos lleva a un cruce (1h.15').Si el caminante quiere puntuar el Armañón, la ascensión no encierra secretos. Se sube prado arriba (derecha), por un paraje donde pastan vacas y caballos, y poco después se alcanza el mojón de esta montaña de 854 metros (1h.30').


Si hemos optado por contornear la cima, debemos continuar por la pista que rodea este alto hasta un cruce y de allí descender hacia Campo Pedreo.Collado de Campo PedreoEn caso contrario bajaremos con pendiente muy fuerte hasta este mismo punto (1h.50'). A la izquierda, junto a un pequeño hayal, se encuentra una chabola de pastores de nueva construcción que puede servir de refugio en caso de tormenta. Un poco más abajo, con los Jorrios enfrente, aparecen el paraje y fuente de Campo Pedreo (1h.55). Un poste de GR nos indica que tenemos 25 minutos a Los Jorrios y 2h.40' a Ranero.Tras una corta parada, con los Jorrios (optativo) enfrente, seguimos un sendero de animales que nos conduce a una charca (2h.10'). En este punto el terreno, aunque despejado, comienza a volverse pedregoso y complicarse. Debemos descender hacia una hoya donde pastan caballos con la referencia del canal de agua de El Juncal (izquierda), hacia donde no hay que bajar.

















En el borde de la hoya (2h.22') comienza el tramo más peliagudo de la travesía. No hay ninguna marca ni señal. Nuestra única referencia para atravesar el laberinto kárstico es el sendero apenas visible que durante años han marcado pastores y ganaderías. La característica caliza de la roca, que se ha oscurecido con el paso, nos ayudará a distinguir la trocha. Hay que evitar atravesarlo con niebla o lluvia, puesto que está plagado de grietas y simas y es muy peligroso.Asciende por la derecha del roquedo y con cuidado de no perderlo, podremos alcanzar el collado de Campo Pedrero (2h.50').



Desde este alto se divisa la presa de El Juncal hacia donde bajamos a través del karst (senderos), hasta alcanzar las encinas, cabañas y manantial del paraje Miguel Pérez.Una vez en la hoya continuamos (izquierda) en dirección hacia un bosque de eucaliptos que bordea la presa (3h.05). Allí, ya por pista, pasaremos junto a dos cabañas y la lengua del embalse y por prado, con pendiente muy suave, hasta alcanzar los túmulos del alto de Campa Crespo (3h.20).Desde este punto se puede descender, bien a Trebuesto (4h.45) por la pista de la presa, o bien por sendero hacia Angostina y la capital del valle de Guriezo. Para ello continuamos cuesta abajo (no hay que tenderse demasiado hacia a la izquierda), para enlazar con el camino que comunica las cabañas altas con el valle (4h.50). La bajada es fuerte, pero muy entretenida.

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